El Evangelio de hoy nos habla de una parábola que contó Jesús sobre un hombre que tenía una higuera que no daba fruto y cómo quería cortarla, pero un año más la arregló bien, y la abonó para que diese fruto.
Jesús sabe lo que hay dentro de cada hombre; sabe lo que hay en el corazón de cada uno de nosotros. Sabe que necesitamos un corazón “nuevo”.
Y nosotros necesitamos hablar con Jesús para poder escuchar cómo está nuestro corazón y quitar de él: la pereza, el egoísmo, la comodidad, la falta de respeto, los insultos…
Veamos con atención el Evangelio.
Jesús sabe lo que hay dentro de cada hombre; sabe lo que hay en el corazón de cada uno de nosotros. Sabe que necesitamos un corazón “nuevo”.
Y nosotros necesitamos hablar con Jesús para poder escuchar cómo está nuestro corazón y quitar de él: la pereza, el egoísmo, la comodidad, la falta de respeto, los insultos…
Veamos con atención el Evangelio.
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